Autor: Jorge Moraes
LOS 80 AÑOS DE CASA DE SALTO
En agosto se festeja el octagésimo aniversario de la fundación de Casa de Salto. Eso es así. Un
mojón histórico. Pero a nadie escapa que la historia de los clubes de residentes o casas
departamentales está aún por escribirse.
Y lo está porque al migrar a la urbe montevideana, los oriundos de cada departamento -sobre
todo de aquellos más alejados en tiempo y espacio- quisieron atesorar en su residencia o en su
lugar de ocio, un pedacito del pago chico: fueran los cerros chatos, fueran los naranjales, el
Olimar que pasaba o la “vulgar y humilde Mariamol”.
Algún registro queda, y mucho más lejano en el tiempo: un pedazo de Salto, que no tenía
“Casa de” como nombre, sino “Consistorio del Gay Saber”...
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